PLATONES DE PLATILLO. Por Frank G. Rubio

 Autor: Frank G. Rubio


La “noble mentira” es un mito que se sabe falso y difunde una elite autodesignada para supuestamente mantener la armonía social o hacer avanzar sus proyectos. Platón no pudo ejercitarla porque ya en la primera fase, generar una Esparta de pega, tuvo problemas con el propietario del solar: Dionisio de Siracusa. 

William Engdahl señala de manera convincente cómo la ciudadanía de los países democráticos está siendo sometida a una operación mundial de fomento de la disonancia cognitiva. La disonancia cognitiva tiene lugar cuando una persona es sometida a experiencias contradictorias o inconsistentes y genera una tremenda cantidad de stress. Las autoridades políticas, asesoradas por gentes muy poderosas sin conocimiento alguno significativo de ciencias biológicas o virología como el vendedor de software Bill Gates, han desencadenado, con su reacción excesiva a un muy probable escape vírico de un virus quimera procedente de unos laboratorios chinos de alta seguridad, más que indirectamente vinculados a la investigación militar, repito han desencadenado: confinamientos brutales, restricciones al movimiento de los ciudadanos y la obligatoriedad de llevar mascarillas que limitan claramente la ingesta de oxígeno; finalmente han hecho prácticamente obligatorio inyectarse sustancias que no han sido suficientemente probadas y que poco o nada tienen que ver con las vacunas convencionales. Todo ello con la garantía de una herramienta, que su propio creador ya fallecido consideró completamente inadecuada para distinguir infecciones víricas, la PCR de marras. 

¿Se está administrando una terapia génica con la finalidad a medio plazo de modificar nuestro código genético? ¿Está la Oligarquía aprovechando una emergencia sanitaria para incrementar las restricciones a las libertades civiles e implantar un sistema biométrico de corte electrónico para controlar a la población como si fuera ganado? 

La emergencia surgida en el 2001 con el ataque a las Torres Gemelas y la guerra subsiguiente, decretada contra el terrorismo, implicó numerosas prohibiciones y constricciones de las libertades personales en nombre de la “seguridad”. Por descontado que aquí también hubo que tragar a nivel intelectual con inconsistencias, mentiras y falseamientos abundantes, así como con la destrucción sistemática de pruebas. En España se reeditó en versión celtibérica con el 11M en 2004. 

¿Se hace todo esto para mejor poder implantar de la noche a la mañana, partiendo de concepciones seudocientíficas y con fuerte aroma milenarista, un colectivismo autoritario “verde” elaborado para “salvar al planeta” del “cambio climático”? 

Está claro que a nuestras clases dirigentes les importa poco el terrorismo porque lo inventan, financian y modulan ellos. Y no lo sufren jamás. Es raro que, tras la muerte de

más de 3000 personas el 11 de septiembre, el mismo Presidente que acusaba a los islamistas del acontecimiento y después iniciase una guerra contra Afganistán, país ya sumido en la máxima debacle y arrasamiento, no dudara en decir que el Islam es “una religión de paz”. El terrorismo internacional desde su emergencia en los sesenta es una herramienta de ingeniería social. 

Es obvio que juegan también con el doble vínculo del que hablaba Bateson, afirmando proposiciones incompatibles pero que hay que creerse forzosamente para poder compartir el mismo túnel de realidad que nuestros vecinos. Queda claro con esto que los atentados, los haga quien los haga, solo serán perseguidos en la dirección que señale nuestra clase dirigente. 



Se ha llegado al cinismo, como se está haciendo con las “vacunas”, de afirmar que los veinte años pasados en Afganistán cometiendo fundamentalmente felonías, haciendo dinero de modo emprendedor y traficando con opio han sido positivos y han hecho “avanzar la lucha antiterrorista”. La universidad y los “tanques de pensamiento”, repletos de salmones transgénicos que remontan el río cuidadosamente enlatados, legitiman con miles de aportaciones que no son más que humo todos estos desmanes. 

Lo mismo ocurre con la “salvación del colapso de nuestro sistema sanitario” mediante la destrucción de gran parte de la economía. La sanidad está siendo radicalmente transformada y se convertirá en un negocio aún mayor que el inmobiliario entre los 90 y el 2008. Además se transmutará en un instrumento descarnado de dominación y eugenesia, como está ya ocurriendo con numerosas muertes provocadas por focalizar la medicina en torno al COVID dando de lado numerosas patologías, sin mencionar la intención ya explícita de insertar biochips como panacea. Tejemaneje que le pone a cien al oscuro profesor de negocios, e hijo de un señor que se enriqueció con el nazismo, que preside el Foro de Davos. 

La combinación de sumisión abyecta de las multitudes, sometidas en el caso de España a un rígido orden católico-catódico, y la corrupción de la sociedad civil y de numerosos funcionarios públicos y privados, nos recuerdan los totalitarismos del pasado…incluso mirando más atrás: los órdenes teocráticos arcaicos. 

La conspiración de las élites de los países democráticos contra su ciudadanía no constituye nada nuevo. El intento de implantar un Estado Mundial y generar una sociedad de castas, afirmada desde la biotecnología, forma parte de nuestro imaginario desde los años 30 del pasado siglo. Ahora se ha dado el pistoletazo de salida para su implantación directa, con la justificación peregrina apoyada tanto por capitalistas corporativos, izquierdistas anticapitalistas y secuaces de la Nueva Era entremezclados por perennialistas de medio pelo como el Príncipe Carlos o el papa Francisco. Mas los decididos partidarios del Transhumanismo que prometen inmortalidad física, hibridación con las computadoras y felicidad asegurada en la conexión insectoidal generalizada a una mente colectiva. 

Ni que decir tiene que aún queda otra guerra mundial que disputar, China tiene sus propios planes, para mejor preparar el terreno de juego para el retorno…para unos del Sacro Imperio Romano, para otros de la Edad de Oro con el formato de una utopía cibernética posthumana y muy posiblemente también, para determinadas sociedades secretas, sea la ocasión para la apertura de un umbral que posibilite el retorno de los Descatalogados y el renacer de sus cenizas de la vieja Atlantis. 

Todos dando por supuesto que estamos sólos en el Universo, que este es estrictamente material y que los Celestes no se enteran de nada porque no existen y así podemos mejor inventarlos.


…and hear poor rogues 

Talk of court news; and we'll talk with them too, Who loses and who wins; who's in, who's out; And take upon's the mystery of things, As if we were God's spies… 

William Shakespeare King Lear.





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