LA IZQUIERDA ESPAÑOLA
Autor: CENTRO DE ESTUDIOS DE LA ESTULTICIA MEDIOAMBIENTAL (CCEM).
La Ley Celaa pretende acabar definitivamente con la educación
como herramienta de promoción social una vez que ha quedado probado que no son
precisamente los socialistas los que progresan en un entorno de libertad,
entorno en el que la capacidad, la honradez intelectual y el esfuerzo personal
son determinantes para el avance social. Intelectual de izquierdas es por tanto
un oxímoron puesto que la izquierda española está integrada por aquellos cuyo
negocio, formación y experiencia profesional es precisamente ser de izquierdas
y el rigor intelectual una excrecencia a eliminar.
La izquierda española se explica por su utilidad, es una
herramienta operativa y eficaz de poder. Evidentemente el poder no reside en la
herramienta, reside en quien la utiliza.
La izquierda española es el brazo tonto del catalanismo
corrupto del tres por ciento.
El centro emisor de poder que mueve a la izquierda española
(y no solo a la izquierda) es el catalanismo entendido como conglomerado de
intereses financieros que utiliza a los partidos españoles como correas de
transmisión de sus mecanismos de extracción de recursos.
A finales del siglo XIX la burguesía industrial y comercial
de Barcelona, enriquecida por la trata de esclavos bajo el amparo del “Estado
Español”, utiliza como palanca para mantener
políticas represivas y proteccionistas en Cuba y políticas de extracción de recursos en la
Península el privilegio institucional y la desviación de recursos públicos
teniendo como herramientas a su servicio a los principales partidos de ámbito
nacional español. La Exposición Industrial de 1888 es el ejemplo de la
hegemonía económica y política de la burguesía negrera de Barcelona sobre España.
La derrota de España en Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898
es el resultado último de esa política de sometimiento a los intereses
económicos y políticos de “Cataluña”, política de sometimiento y corrupción que
atraviesa todo el siglo XX, acelera con el pujolismo y entra en colapso con el
“Prusés” que muestra más allá de toda duda el auténtico rostro del catalanismo.
La careta cae y la bestia amarilla queda al descubierto.
La apuesta de la burguesía catalana por la “Andapandansia”
para alcanzar el poder absoluto en Cataluña y mantener al mismo tiempo la
capacidad de extorsión en el Estado español fracasa y, lo que es aún más
revelador, cae en el ridículo escénico. El desastre de la gestión del “Prusés”,
la incompetencia de sus esbirros en Cataluña y la división, desconcierto y
ceguera de la sociedad catalana les lleva a un punto muerto y colapsa el
edificio construido sobre la “hegemonía económica y cultural” de Cataluña al haberse construido todo el edificio sobre
corrupción, incompetencia, delirio y xenofobia.
La burguesía catalana, una vez confirmado su fracaso en
Barcelona y Cataluña, traslada su objetivo a la destrucción de Madrid como
centro de crecimiento económico y libertad social. Madrid representa lo que
jamás podrán llegar a ser y desmiente rotundamente el “relato” institucional
según el cual España es el atraso y Cataluña el progreso. Una frase dictada a
un juez a su servicio activa la censura pactada previamente con Sánchez y
moviliza los medios de comunicación comprados a precio de saldo, el “Gobierno
de España” es la última frontera del “Prusés”.
Se cierra el Cercle y el “Gobierno de España” se constituye
como garantía última de extorsión al Estado y canalización de fondos europeos y
españoles.
*los entrecomillados se explican porque los conceptos de
Proceso, Independencia, Cataluña y Gobierno de España entre otros son meras
caricaturas de la realidad, caricaturas patéticas y distorsionadas. No hay
Gobierno de España y no hay Proceso a la Independencia.
Comentarios
Publicar un comentario